A base de este trabajo fue cuando primero pensé: es muy bueno que hayamos crecido con el diseño escandinavo, pero, no obstante, aquí en Hungría habría que preparar proyectos enraizados en otros puntos de vista, las que sean sumamente nuestras. Tomando el principio de destacar y subordinar espacios clásicos, usé formas diferentes a la hora de indicar diferentes funciones. El arquitecto, István Károlyi, se aferró a la forma del medio círculo de los sillones en la cafetería. Quise asuavizar este punto al diseñar el mostrador como una plástica suelta. El este instituto de bachillerato, todos los objetos están expuestos a un uso muy intenso por los alumnos. Por esta razón, los detalles del interior están recubiertos con cerámica, y los sillones son de elementos de madera, engarzados en hilo de metal.